El hotel cuenta con una piscina limpia y perfecta para relajarse.

La verdad es que mi estancia estuvo llena de inconvenientes. Desde el principio, el colchón de nuestra habitación era tan duro que casi me causó mareos al despertarme. Además, a la hora de cenar, tuvimos que esperar mucho tiempo para que nos atendieran y, honestamente, la calidad de la comida no era lo que esperaba de un lugar así. Y no solo eso, porque por las noches el ruido externo no nos dejó descansar. había niños corriendo y riendo hasta tarde mientras los padres no hacían nada para controlarlos. Me resultó frustrante no poder encontrar a nadie del hotel para reportar estos problemas casi a la medianoche.

La atención del personal, especialmente en la cafetería, fue estupenda. La habitación era amplia, con un balcón perfecto para disfrutar de las vistas y un baño bien limpio. Además, tienen dos piscinas y un área para niños, lo que es genial si viajas en familia.

Lo recomiendo.

• Habitaciones amplias
• Limpieza impecable
• Piscina limpia

• Almuerzo mejorable
• Servicio lento
• Personas externas a la piscina

Durante mi estancia, disfruté de la accesibilidad del hotel. Las instalaciones están adaptadas para personas con movilidad reducida, lo que me facilitó el movimiento. Además, las habitaciones son amplias y bien decoradas. La ubicación es ideal, ya que está cerca de la Vía Verde del Aceite, perfecta para explorar en bicicleta, con una agencia de alquiler justo al cruzar la carretera. El personal siempre fue amable y atento, lo que hizo que me sintiera bienvenido.

Un pequeño inconveniente fue que el servicio en el restaurante fue algo lento en algunos momentos.

Ponlo en tu lista de imprescindibles

La piscina es un gran atractivo, aunque puede saturarse con personas externas al hotel, dificultando el acceso a hamacas. Las habitaciones son limpias y cómodas, ideales para descansar. El restaurante ofrece un desayuno bueno, pero el almuerzo dejó que desear por la escasa variedad y calidad de algunos platos.

Ubicación excelente, con un ambiente bien tranquilo. Habitaciones amplias y muy limpias. La comida sabrosa, aunque el servicio en el restaurante puede ser algo lento. La piscina es un buen lugar para relajarse, aunque estaba algo llena durante nuestra visita. Muy recomendable para una escapada.

Un lugar encantador con habitaciones amplias y limpias. La atención del personal, con muchas sonrisas, te hace sentir como en casa. La comida, deliciosa, aunque un poco repetitiva. La piscina, siempre linda, un buen lugar para relajarse después de pasear. Ideal para desconectar y disfrutar.

volveré

La habitación era enorme, con balcón y vista a la montaña. Un aire acondicionado que enfriaba súper bien. La piscina siempre limpia y perfecta para relajarse entre las hamacas. El desayuno muy bueno, con variedad de opciones. ¡Recomendadísimo!

Increíble estancia! Así que elegante y acogedor, ¡tal equipo humano tan profesional y amable! Disfruté de la maravillosa terraza con vistas y la piscina limpia y tranquila, ¡una joya para relajarse!

La limpieza es increíble. La comida del restaurante es deliciosa, pero el servicio fue lento.

Las habitaciones son espaciosas y limpias, con vistas despejadas que aseguran un buen descanso. La piscina es agradable, ideal para relajarse después de explorar la naturaleza de la zona.

La calefacción central estaba deshabilitada, haciendo que al principio pasáramos frío. el split funcionó mejor después. La cama tenía un colchón regular que complicó el sueño y la falta de control sobre el ruido en las terrazas hizo complicado descansar, ya que había muchos niños jugando y dos parejas ruidosas al lado durante la noche. Además, la disponibilidad para personas con movilidad reducida para acceder a la piscina es inadecuada, ya que hay muchas escaleras y la silla salvaescalera estaba inutilizable.

La limpieza es impecable. Las instalaciones son perfectas, tienen piscina y su terraza ofrece unas vistas espectaculares. El personal fue muy amable, siempre dispuesto a ayudar y todo está bien cuidado.

No veo ningún aspecto negativo que mencionar.

El hotel Mencía Subbética es una grata opción en Doña Mencía. Al llegar, la limpieza del lugar me impresionó, todo estaba impecable. La habitación que elegí era bastante amplia y contaba con una cama cómoda. Me encantó poder disfrutar del aire acondicionado que funcionó a la perfección. Además, la terraza tenía unas vistas preciosas, ideales para tomar un café por la mañana. La piscina también es un gran atractivo, aunque noté que era bastante concurrida por personas externas al hotel, lo que hizo difícil conseguir una hamaca. El restaurante ofrece un desayuno bastante bueno, pero el almuerzo dejó mucho que desear. la variedad era escasa y la calidad de la comida no cumplía las expectativas. En uno de mis días, el servicio en el restaurante fue lento, me costó recibir lo que pedí, y había problemas con la atención del personal. Aunque disfruté de mi estancia, pienso que hay aspectos que mejorar, especialmente en la oferta de comidas y en la gestión de la piscina en relación a los huéspedes. En general, volvería, pero esperaría un servicio más acorde a lo que promete el hotel.